Armageddon, La Cerveza más fuerte del mundo con 65% de alcohol
La cerveza más fuerte del mundo se llama 'Armageddon' donde el 65% de su volumen es alcohol y es más fuerte que el whisky.
Ha sido bautizada como «Armageddon» y ya se ha convertido en una atracción turística más de los bares escoceses, que ya contaban con un buen tráfico de turistas en busca de un buen «Scotch» (whisky escocés) de las destilerías Balvenie, Kilchoman, Highland Park, Glenfiddich, Bowmore o Springbank.
La botella de la nueva –y potente- cerveza es de 33 cl y que tiene un coste de 99 euros. Su graduación es muy superior a cualquier cerveza que, por lo general, rondan entre el tres por ciento y el siete por ciento de alcohol.
Malta, trigo, avena y agua de manantial escocesa componen los ingredientes de la bebida, elaborada por la cervecera Brewmeister. Cuenta con un proceso especial denominado «fermentación por congelación» que consiste en congelar el agua pero no el alcohol, de forma que cuando se retira el hielo, resulta una cerveza con un alto contenido de alcohol. Una pinta ya alcanza el doble de la ingesta semanal recomendada.
«A pesar del dato del 65 por ciento, la cerveza tiene mucho sabor - a malta, lúpulo, es ligeramente dulce y con gran cantidad de levadura, ingredientes que aún están en la cerveza», asegura el fabricante.
«Sink The Bismark», con un 41 por ciento de alcohol, era la marca poseedora del anterior récord hasta la introducción en el mercado de «Armagedón».
«Explosión supersónica»
Habría que beber un pack de 12 latas de algunas de las marcas más comercializadas en el mercado para equiparar el efecto de un solo botellín de «Armageddon». El cofundador de la compañía que la produce, Lewis Shand, definió el efecto como «una explosión supersónica».
El auge de bebidas de alta graduación tiene en la absenta otro de sus máximos componentes.
La bebida que se hiciera famosa en el pasado por los efectos del «hada verde» en artistas y escritores ha regresado con fuerza al mercado. Y es que degustar una «Armageddon» conlleva una lista de espera de dos semanas.
Fuente: La Razón
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