Quitándole la piel al pollo, la grasa se reduce a la mitad

Quitándole la piel al pollo, la grasa se reduce a la mitad.

Según los expertos, la carne de pollo y la piel tienen la misma cantidad de colesterol, porque éste se distribuye de manera pareja en la piel y en la carne. Quitarle la piel al pollo no reduce el colesterol, pero sí la grasa, ya que la piel contiene la mayor cantidad de grasa en el pollo. La razón para desechar la piel es disminuir la cantidad de grasa total y saturada que se ingiere.

Quitándole la piel al pollo, la grasa se reduce a la mitad. La reducción de grasa, comparado con la reducción de colesterol en su dieta, tiene un mayor impacto en el nivel de colesterol de su sangre. Por ejemplo, en tres onzas (cada onza es igual a 287 decigramos) de carne y piel de pechuga de pollo, por ejemplo, hay 170 calorías, 7 gramos de grasa, 2 gramos de grasa saturada y 70 milígramos de colesterol. La carne sin piel tiene sólo 140 calorías, 3 gramos de grasa, 2 gramos de grasa saturada y 70 milígramos de colesterol.

Según los especialistas, el contenido, distribución y composición de la grasa del pollo es similar al del resto de las aves de corral. Tampoco hay grandes diferencias en el aporte proteico, equiparable al de la carne roja. Donde se aprecian variaciones es en función de la edad del animal sacrificado. Los ejemplares más viejos son más grasos.

También existen diferencias en la composición de las distintas piezas cárnicas, como en el caso de la pechuga, cuyo contenido en proteínas es mayor que el que presenta el muslo.

Respecto al contenido vitamínico, se destaca la presencia de ácido fólico y vitamina B3 o niacina. Entre los minerales, el nivel de hierro y de zinc es menor que en el caso de la carne roja, aunque supone una fuente más importante de fósforo y potasio. El valor nutritivo de los menudos de pollo es muy alto, especialmente el hígado. ste presenta un contenido en proteínas y lípidos similar al de la carne, aunque se destaca su aporte en minerales y vitaminas, principalmente vitamina B12, A, vitamina C y ácido fólico.

Fuente: Clarín