La mejor postura tomar la siesta es acostarse sobre el lado izquierdo para hacer bien la digestión
Si quieres tomar la siesta, la mejor postura es dormir sobre el lado izquierdo para hacer bien la digestión.
La típica siesta española es una de las costumbres más arraigadas que tenemos y, por la que todo el mundo vela, destacando sus múltiples virtudes. Lo malo es que el ritmo frenético de la sociedad moderna impide disfrutar del placer de una buena siesta tras la comida y es un lujo del que muy pocos pueden disfrutar.
Personalidades tan relevantes como Albert Einstein o Winston Churchill no se cansaron de repetir y divulgar los beneficios de la siesta para poder seguir trabajando con energía hasta bien entrada la noche.
La medicina oriental también ha destacado las numerosas ventajas de desconectar durante la hora “sexta” (así era como llamaban los romanos al periodo comprendido entre las 12 y las 15 horas – de ahí su nombre). Porque por mucho que pensemos que la siesta es una tradición muy nuestra, si miramos a nuestro alrededor encontramos que en otros países remotos como China, Taiwán, Filipinas, India,… también se lleva practicando durante siglos.
El cuerpo, tras la comida, requiere reposo para hacer bien la digestión y los veinte minutos de siesta son ideales para que se realice bien esta función natural del cuerpo. Su origen se encuentra, por tanto, en una explicación biológica, más que en un mero capricho español.
El problema es que no vale cualquier postura para dormir tras la comida y tampoco cualquier sitio. Los expertos recomiendan echar una cabezada incorporado, no tumbado, si no ligeramente sentado. Además la posición óptima es la que el peso del cuerpo descansa sobre el lado izquierdo.
Se trata de una postura natural pues en ese lado está el estómago y la curva que tiene este órgano facilita los movimientos peristálticos.
Por otro lado, el hecho de no estar totalmente tumbado permite que el bolo alimenticio, generado durante la digestión, no intente salir por la válvula superior del estómago: el cardias. Los ácidos que produce el estómago pueden provocar reflujo gastroesofágico, si acceden al esófago, y puede producir problemas de irritación graves, así como un malestar generalizado.
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