La cera dentro de nuestros oídos no deberían limpiarse
La cera dentro de nuestros oídos no deben ser limpiadas, ya que esta protege el tímpano del polvo y la suciedad, y su desagradable olor disuade a los insectos de entrar en el oído.
La cera de nuestro oídos, médicamente conocida como cerumen, es una sustancia molesta, pegajosa y, algunas veces, maloliente. Su composición es un tipo especial de cera y sebo (un tipo de aceite),además de por más de 40 sustancias diferentes, incluyendo células muertas de piel.
Puede ser húmeda o seca, lo cual está determinado genéticamente.
La cerca protege los oídos del agua, de los hongos y de muchos gérmenes. También hace que se peguen a ella el polvo y la suciedad que entra constantemente en los oídos.
Si tenéis demasiada cera, sin embargo, puede ser por una dieta demasiado baja en grasas, o porque os esmeráis demasiado en limpiaros los oídos: demasiada limpieza, irónicamente, genera más cera.
Y el uso de objetos rígidos para limpiaros puede provocar una perforación de tímpano, lo cual permitiría la entrada en el oído interno de peligrosas bacterias, hongos y virus.
¿Cómo deben limpiarse los oídos?
- El oído tiene un sistema natural de autolimpieza que permite que la cera que se va fabricando vaya saliendo poco a poco hacia el exterior y se elimine.
- La mejor manera de limpiar el oído es dejar que actúe este proceso natural de limpieza.
- Limpiar de forma incorrecta nuestro oído puede provocar lesiones que pueden ir desde un simple tapón, hasta infecciones, perforaciones u otro tipo de lesiones.
- Los especialistas del oído, los otorrinolaringólogos, desaconsejan la utilización de bastoncillos, las irrigaciones con agua o aceite de manera casera. Su opinión es que se debe acudir a su consulta para extraer los tapones de cera que se puedan formar en nuestros oídos.
Nunca deben introducirse en el oído
- Algodoncillos.
- Bastoncillos.
- Cotonetes.
- Cerillas.
- Clips de los que se utilizan para el pelo.
- Llaves.
- La esquina enroscada de una servilleta.
El peligro que corremos es que se perfore la delgada membrana que cubre el tímpano y dejarlo así expuesto a posibles infecciones de graves consecuencias
Lo que debe hacerse
- Limpiar suavemente el conducto auditivo externo (oreja) 2 ó 3 veces por semana.
- Para limpiarse el oído basta con mojarse el oído en la ducha y limpiar la zona más externa de la oreja con una gasa o una toalla fina.
- No introducir nunca bastoncillos ni otros objetos en los oídos.
- Visitar a su Otorrinolaringólogo al menos una vez al año o si nota una pérdida en su capacidad auditiva.
Fuente: Kioskea & XakataCiencia
0 comments: