En los 70 se produjo en Tailandia una “epidemia” de mujeres que cortaban el pene a sus maridos.
En la década de los 70 se produjo en Tailandia una “epidemia” de mujeres que cortaban el pene a sus maridos mientras dormían.
Tailandia es el primer país del mundo en injertos de pene. ¿La razón? Médicos y psicólogos tratan de explicar los motivos de esta violencia conyugal extrema, donde los profesionales tratan de mejorar cada día las técnicas ante la gran cantidad de casos.
El miembro viril masculino es venerado como un símbolo de poder y de fertilidad. La poligamia, oficialmente prohibida hace solamente cien años, sigue siendo muy extendida y es causa de dramas en numerosos matrimonios. En la década de los 70 se puso de moda que las mujeres humilladas ante la traición y engaño de su marido esperaban a que se durmiese para cortarle el pene con un cuchillo de cocina.
Las casas tailandesas se sustentan bajo pilares de madera y es muy común que debajo de las casas, las familias posean animales como, cerdos, patos y gallinas. Las ventanas suelen estar siempre abiertas para facilitar la ventilación. Así, es bastante habitual que el pene amputado se arroje por la ventana para ser captado por un pato. Desde entonces, los hombres tailandeses suelen bromear con el dicho «mejor me voy para casa o los patos tendrán algo que comer», frase que se extendió en todos los niveles de la sociedad. La gran mayoría de los informes mundiales sobre la reimplantación del miembro viril masculino hasta el día de hoy, son el resultado de lo que se convirtió en una forma de moda en un país en el que la fidelidad es altamente apreciada.
Fuente: La Voz de Galicia
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