La condición llamada 'Hipertimesia' hace el afectado sea capaz de recordar cada detalle de su vida
Existe una condición llamada 'Hipertimesia' en donde el afectado es capaz de recordar cada detalle de su vida desde los 10 años de edad.
¿Te acuerdas de lo que hiciste en la semana? ¿Y hace cinco años? ¿Y cuándo solo eras un niño? Seguro que tienes algunos recuerdos puntuales, pero no sabes qué pasó en cada día de tu vida con total detalle, como sucede con el cuento Funes el memorioso de Jorge Luis Borges, una muestra ficticia y artística de la hipertimesia.
Pero, ¿qué es la hipertimesia? Digamos que es una forma de memoria superior que solo unos pocos afortunados “padecen” y de la que te proponemos saber un poco más a continuación.
¿Qué es la memoria episódica?
El primer caso de hipertimesia se descubrió en 2006, y algunos otros con esta extraña condición aparecieron luego ‒hoy se cree que doce personas tienen memoria episódica autobiográfica–. Se podría decir que es algo bastante nuevo y de lo que aún se sabe poco. El término viene del griego thymesis, que significa recordar.
En los casos de memoria episódica, quien la padece –porque puede llegar a ser una verdadera tortura– recuerda todo lo que pasó en su vida con bastantes detalles. Este comportamiento es incontrolable y agotador, ya que los recuerdos vienen en forma sencilla y automática a la mente de la persona.
Suele aparecer luego de la pubertad y hace que la mente se convierta en una especie de base de datos en la que se almacenan puntos importantes pero también algunos tan poco interesantes como si ese día llovía o había sol. Son personas que suelen tener problemas para relacionarse con los demás por culpa de su condición. También buscan guiarse mucho por las fechas para clasificar los recuerdos.
Como punto curioso, todas las personas que padecen hipertimesia son zurdas, aunque no se sabe a ciencia cierta aún si esto está relacionado o no con la condición.
La historia de la primera persona con hipertimesia
Jill Price pidió ayuda en el año 2000 al neurocientífico James McGaugh y su equipo de la Universidad de California. No lo hizo por el bien de la ciencia, sino por desesperación: no podía vivir más recordando todo lo que había hecho durante su vida, le resultaba insoportable. Recordar todo era como estar en una prisión, recordaba todo lo que había sucedido en su vida y no podía estar tranquilo con ese pensamiento.
Con cierto escepticismo, el neurocientífico decidió investigar este fenómeno. Si bien otros ya tenían una memoria superior a la hora de recordar listados de cosas, Price fue el primer en tener una memoria superior autobiográfica.
Al analizar sus recuerdos, vemos que él siempre “ve” el día, hay una extraña relación en la que él tan solo “sabe” lo que pasó, esa relación con el calendario es importantísima para la idea.
A Price también se le hicieron otros test de memoria, de lenguaje y de coeficiente intelectual, y lo cierto es que en ellos no daba resultados tan buenos como en los test de memoria episódica autobiográfica, incluso aquellos en los que debía recordar cosas.
Además, obtuvo un nivel muy bajo en la prueba de función ejecutiva, lo que significaría un desarrollo anormal de la corteza prefrontal, algo que también tienen las personas que padecen de autismo, hiperactividad, trastorno obsesivo-compulsivo o síndrome de Tourette. Si esta zona del cerebro funcionara correctamente, debería bloquear algunas memorias. Además, Price tenía el núcleo caudado y el lóbulo temporal ‒dos zonas del cerebro encargadas de la memoria– bastante desarrollados, lo que en conjunto podía significar un mejor recuerdo de las cosas.
Fuente: El Ojo Científico
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