El Hipo está causado por contracciones y relajaciones anormales del diafragma.



El hipo está causado por las contracciones y relajaciones anormales del diafragma, en donde el nervio frénico actúa enviando señales anómalas si se ve afectado por algo.

El hipo es una respiración súbita del aire provocada por la contracción del diafragma y los músculos intercostales. Esta contracción espasmódica, no controlada y generalmente repetitiva es la que genera el extraño ruido y presión que sentimos cuando tenemos hipo.

Cuando respiramos, inconscientemente muchos músculos trabajan para que el aire entre en nuestra boca o nariz y llegue a nuestros pulmones a una gran velocidad. Uno de los principales músculos que trabaja en esta tarea es el diafragma. El diafragma se encuentra ubicado debajo de los pulmones y cuando este se contrae o se dilata es cuando inhalamos o exhalamos. Cuando el diafragma se contrae, el tórax se expande y el aire entra en nosotros, por el otro lado cuando el diafragma se relaja el tórax se contrae y el aire sale de nosotros por la boca o la nariz. Quien controla estos movimientos del diafragma es el nervio frénico. Si el nervio frénico se ve afectado por algo y comienza a enviar señales anómalas, el hipo puede aparecer en cualquier momento. Esto ocurrirá gracias a las contracciones y relajaciones anormales del diafragma.

Existen muchos causantes de este tipo de reacciones, algunos son de índole psicológico mientras que otros son más bien físicos. Si comemos demasiado o lo hacemos muy rápido, puede que nuestra respiración se descontrole y nos dé hipo. Por otro lado también puede tratarse de algo más grave como una irritación en el nervio frénico lo cual nos puede dar un hipo que dure desde varios minutos hasta varios días.

El abuso del alcohol o el consumo de bebidas carbónicas también puede provocar el hipo. Sin embargo, también hay razones psicológicas que pueden provocarlo. Un ejemplo muy clásico es la ansiedad, la cual descontrola el nervio frénico impidiéndole que trabaje con normalidad.

Como quitar el hipo: 

Pasos
También, pude funcionar ponerse en posición fetal (llevando las rodillas al pecho).

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Beber agua rápidamente y en pequeños sorbos, hacer gárgaras, tragar pan seco o tostado, comer hielo picado o azúcar son actuaciones que estimulan el nervio vago y suelen cortar el hipo, aunque no a todos les resulta.
Pasos
Un truco muy antiguo se basa en introducir los dedos índices en cada uno de los conductos auditivos de las orejas para cerrarlos herméticamente, a la vez que otra persona le da de beber agua muy lentamente.
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Otro remedio, consiste en hacerle preguntas de variados temas a la persona que padece el hipo. Esto funciona como un mecanismo de distracción.
Pasos
Las infusiones de tila y menta a partes iguales, dan muy buenos resultados.
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Se ha empleado de una forma tradicional el susto como medio para terminar con el hipo. Se debe provocar sin que la persona que lo sufre se dé cuenta.
Pasos
El cambio de respiración puede resultar eficaz. Para ello, es aconsejable reír de forma fuerte y constante durante algunos segundos.
Pasos
Realice inspiraciones y exhalaciones por la boca seguidas, ayuda mucho, pero puede provocar mareos, aplíquelo durante 1 minuto máximo.
Pasos
Introduzca la nariz y la boca en una bolsa de plástico e inhale y exhale unas 4 ó 5 veces continúas; de esta forma, estará absorbiendo monóxido de carbono que resulta muy eficaz para terminar con el hipo.
Pasos
El inspirar por la nariz y estirar los brazos, es otra manera. Estírelos muchísimo, y mantenga la respiración durante algunos segundos.
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Aunque menos conocido, el exprimir limón en una cuchara sopera y tomarlo resulta un útil remedio. En caso de que no funcione a la primera, puede repetirse la operación.



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