La curiosidad transforma tu cerebro.



La curiosidad puede poner al cerebro en un estado que le permite aprender y retener cualquier tipo de información, como un torbellino que está dispuesto a absorber lo que desea de su alrededor

Entre más curioso seas respecto a un tema, más fácil será para ti aprender acerca de él. Un nuevo estudio publicado en la revista Neuron, revela la información sobre lo que sucede en nuestro cerebro cuando se despierta nuestra curiosidad. Los hallazgos podrían ayudar a los científicos a encontrar nuevas maneras de mejorar el aprendizaje y la memoria tanto en personas sanas como en aquellas con alguna condición neurológica.

" La investigación tienen potenciales implicaciones de largo alcance para el público pues revela cómo una motivación intrínseca, –curiosidad– afecta la memoria. Los descubrimientos también sugieren nuevas formas de mejorar el aprendizaje en el aula de clases u otros ámbitos”, dijo el Dr. Matthias Gruber de la Universidad de California y líder de la investigación.

Para el estudio, los participantes calificaron su curiosidad por saber las respuestas a una serie de preguntas de una trivia. Cuando se les presentó una pregunta en particular, hubo un retraso de 14 segundos antes de darles la respuesta, durante ese tiempo, se les mostró una imagen neutral, un rostro sin relación alguna al tema.

Después de esto, se les pidió hacer un examen de memoria sorpresa de las caras que les fueron presentadas, seguido por un test de memoria sobre las respuestas a la trivia. En ciertas partes del estudio, se escaneó el cerebro de los participantes a través de una resonancia magnética funcional.

El estudio revelo tres importantes descubrimientos. Primero, como era de esperar, cuando las personas tuvieron mucha curiosidad de encontrar la respuesta a la pregunta, aprendieron mejor la información. Sorpresivo fue, sin embargo, que una vez que la curiosidad se produjo, las personas mostraron mayor aprendizaje de información no relacionada en absoluto (reconocimiento facial) y que no despertó su curiosidad en primera instancia. También eran más capaces de retener esa información por 24 horas.

En segundo lugar, el equipo encontró que cuando la curiosidad es estimulada, hay mayor actividad en el circuito del cerebro relacionado a la recompensa. “Mostramos que la motivación intrínseca utiliza las mismas áreas que están ampliamente involucradas en la motivación extrínseca, tangible”, afirmó. Ese circuito de recompensa depende de la dopamina, un químico que trasmite mensajes entre neuronas.

Tercero, los investigadores descubrieron que cuando la curiosidad motiva el aprendizaje, hay mayor actividad en el hipocampo, la región del cerebro para la formación de nuevos recuerdos. También incrementa la interacción entre el hipocampo y el circuito de recompensa. “Esto sucede incluso si la información carece de interés o importancia”, aclaró el investigador Charan Ranganath.

La investigación podría tener grandes implicaciones para la medicina ya que el circuito de recompensa tiende a declinar sus funciones en gente adulta o con algún mal neurológico. Entender la relación entre la motivación y la memoria podría ayudar a estimular los esfuerzos de mejorar esta última en los ancianos y en aquellos pacientes con algún desorden en este sentido.

Asimismo, podría ayudar a los maestros a mejorar sus técnicas y materiales con el fin de estimular a sus alumnos para hacer que deseen aprender con verdadera vehemencia.

Fuente: Quo

0 comments: